El caos en el proceso electrónico de reinscripción de la UASD y las declaraciones de su Rector Mateo Aquino Febrillet publicadas en un artículo del periódico Hoy (ver enlace), traen a mi memoria dos frases célebres. Una está en la Biblia y es pregunta: “¿quién empieza a construir una casa sin antes calcular el costo?”. La otra frase célebre es un dicho popular que aprendí desde niña: en el camino se emparejan las cargas. La cosa es que ninguna institución seria (sea pública o privada, sea educativa o de otra naturaleza) debe darse el lujo de ofrecer un servicio que no tiene la capacidad de brindar. Y aunque parezca que este caos es una oportunidad fabulosa para evidenciar que la UASD necesita fondos, cosa cierta sin duda, entendamos la dimensión personal de esta “piedra de tropiezo”: con cada retraso o impedimento de una sola reinscripción se está jugando con la vida de una persona que hace un gran esfuerzo para estudiar. La educación es sagrada.
En lo personal, este es mi año para cultivar la paciencia. Y creo firmemente que debo tener paciencia para esperar en lo que voy construyendo. Pero creo que nada sería más caótico para este pueblo que seguir teniendo paciencia con asuntos de esta naturaleza. Si la institución no reúne las condiciones para asumir este proceso por una vía tecnológica: volvamos a las filas. Pero tengamos oportunidades a mano. La ineficiencia en el servicio no debe ser una marca de identidad de nuestras instituciones. En este caso no es aceptable emparejar las cargas por el camino. El rol de quienes dirigen el país y representan nuestras instituciones no es el de pedir paciencia. Es el de garantizar que cada ser humano reciba un servicio a la altura de su dignidad.
http://hoy.com.do/el-pais/2013/1/9/461882/Rector-atribuye-problemas-a-congestion
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