Palpo el lado por donde pasó
la corriente más fría,
el tibio abrazo que navegó
por los canales abiertos de mi pecho,
cometa con larga cola de infortunios.
Me cubro con vendajes
que nublan mi vista otra vez.
Sigo las instrucciones de los que saben
que nunca marcho detrás de las ovejas.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment