Monday, January 21, 2013

Compartiendo un poema: ¿Qué es la ausencia?

                                        
Sentada a orillas del destino, me preguntaba qué es la ausencia (y pensé en todos los seres felices que luego fueron fotos de obituario). ¿Qué es la ausencia si están todos sus paisajes contenidos en este abrir y cerrar de ojos? ¿Qué es la ausencia, si revisando todos los desnudos de la historia, aparece el suyo como ese relámpago que más fuego dibujó en el cielo?

Esta ausencia se encierra en esa que siempre fui antes de ser esta yo todavía; pasa por la alfombra roja lamiendo hambre sobre su boca, explicándome otra vez porqué no se acentúa entre nosotros la palabra amor.

Ya no pregunto qué cosa es vivir perdiendo. Verle pasar sobre mis aguas como sombra que ilumina y no zozobra.

Farah Hallal

Sunday, January 20, 2013

Sobre la situación del pueblo MAPUCHE


CUARTA DECLARACIÓN DE HISTORIADORES
RESPECTO DE LA CUESTION NACIONAL MAPUCHE

            Al igual que en enero de 2008, agosto de 2009 y septiembre de 2010, cuando emitimos sendas declaraciones a propósito de los asesinatos por la espalda de los comuneros mapuches Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío perpetrados por las fuerzas policiales del Estado y de la prolongada huelga de hambre realizada por presos políticos mapuches, respectivamente, los historiadores e historiadoras que suscribimos esta declaración queremos expresar nuestra preocupación y punto de vista por los últimos hechos de violencia ocurridos en la Araucanía que concluyeron con la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay y desataron una serie de allanamientos a diversas comunidades mapuches. Al mismo tiempo, declaramos lo siguiente:

  1. Los hechos de violencia en esa región, que corresponde a una parte del Wallmapu, territorio ancestral del pueblo mapuche, tienen su punto de partida en la mal llamada “pacificación de la Araucanía” realizada por el Estado chileno entre las décadas de 1860 y 1880, en violación de los acuerdos concluidos con los mapuches después de lograda la Independencia (1825). Mediante una prolongada campaña militar, el Estado de Chile ocupó a sangre y fuego la Araucanía y, utilizando los métodos más violentos y crueles, usurpó grandes extensiones de tierra indígena que subastó a bajo precio o regaló a colonos chilenos y extranjeros, confinando a los mapuches en pequeñas y míseras reducciones. La violencia actual, es el fruto de la expropiación e intento de sometimiento de los mapuches por parte del Estado chileno y de los latifundistas nacionales y extranjeros que se beneficiaron del despojo de ese pueblo originario. También es el resultado de la ceguera política de las autoridades del Estado que han hecho oídos sordos a las reivindicaciones mapuches o han implementado políticas meramente asistenciales que no apuntan a corregir las injusticias estructurales de la que son víctimas los mapuches. La  violencia actual es el resultado de más de 130 años de injusticias, despojos y negación de derechos.

  1. No obstante esta comprensión de las causas estructurales de la violencia en la Araucanía, lamentamos la muerte de esta pareja de empresarios agrícolas, del mismo modo como lamentamos toda pérdida humana, pero advertimos a la opinión pública que no es justo criminalizar a todo un pueblo por un hecho cuyos autores aún no se conocen y que, además ha sido condenado por todas las organizaciones representativas de dicho pueblo. En este sentido, coincidimos plenamente con una reciente Declaración emitida por un grupo de destacados investigadores mapuches especialistas en Ciencias Sociales y Humanidades cuando señalan: “Creemos que las muertes en un conflicto son siempre lamentables. Refuerzan la intensidad de la violencia o la naturalizan como medio de abordaje de los problemas, contribuyen a la radicalización y polarización de las posiciones políticas e ideológicas o conllevan al desarrollo de actos irracionales. Observamos con preocupación las señales emitidas por el gobierno, políticos y gremios empresariales y ciudadanos comunes, en cuyos juicios y opiniones aflora un racismo desde el cual se justifica la aplicación de legislaciones que vulneran los derechos humanos y legitiman e incentivan la violencia policial o paramilitar en contra de los mapuches. La convergencia que manifiestan sectores empresariales, latifundistas y el gobierno en asumir la represión como vía de tratamiento del conflicto no es otra cosa que la actualización de la violencia histórica cuyo origen se encuentra en la imposición del Estado colonial chileno en nuestro territorio mapuche”.

  1. Consideramos que solo un cambio radical de la posición del Estado y del conjunto de la sociedad chilena frente a la “cuestión mapuche” podrá dar solución efectiva a este conflicto más que centenario. Es necesario erradicar de raíz la discriminación y el racismo del que es víctima este pueblo originario apuntando a las causas de fondo de su malestar. Es preciso, en primer lugar, avanzar hacia un rápido reconocimiento constitucional del pueblo mapuche y de todos los pueblos originarios que pueblan desde hace muchos siglos el territorio de la actual República de Chile. También es preciso construir junto a esos pueblos una fórmula consensuada con el pueblo chileno de autonomía política en el marco de un Estado que debe declararse como plurinacional y pluricultural. Igualmente se impone la urgente adopción de medidas que apunten a la devolución de las tierras usurpadas, la liberación de los presos políticos mapuches, el cese de la represión contra las comunidades, el término de la militarización de la Araucanía y la no aplicación de la Ley Antiterrorista en hechos producidos en el contexto de luchas sociales, reivindicativas o nacionales, la protección de la infancia mapuche amenazada por la ofensiva represiva del Estado, la aplicación irrestricta de las cláusulas del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) suscrito por Chile que concierne a los pueblos originarios, la preservación de la lengua y de la cultura mapuches, entre otras medidas exigidas por las organizaciones mapuches y de defensa de los Derechos Humanos.

  1. Manifestamos, una vez más, nuestro apoyo a las demandas del pueblo mapuche porque se sostienen en el legítimo derecho de reclamar del Estado la devolución de las tierras que le fueron expropiadas, el reconocimiento que merece como un pueblo con sentido de identidad propia y el derecho a lograr una mayor participación en la gestación de las políticas que consideren apropiadas para impulsar su desarrollo.

  1. Estamos firmemente convencidos que la instauración de un diálogo democrático e igualitario entre todas las partes involucradas en el conflicto que opone al Estado de Chile y los empresarios de la Araucanía, por un lado, y el pueblo mapuche, por el otro, solo puede ser abordado desde el reconocimiento de hechos históricos indesmentibles como son los del violento despojo y violación de derechos del que ha sido víctima el pueblo mapuche desde hace mucho tiempo. Negar, soslayar o minimizar estas verdades históricas solo hará más difícil y doloroso el proceso para la solución de este drama histórico.

La Araucanía - Santiago, 19 de enero de 2013.

Sergio Grez Toso, académico de la Universidad de Chile.
Igor Goicovic Donoso, Director del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile.
Jorge Pinto Rodríguez, académico de la Universidad de La Frontera (UFRO), Temuco, Premio Nacional de Historia 2012.
Pedro Canales Tapia, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Julio Pinto Vallejos, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Augusto Samaniego Mesías, Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile.
Luis Galdames Rosas, Director del Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas de la Universidad de Tarapacá, Arica.
Fabián Almonacid, Director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile, Valdivia.
Alejandra Brito Peña, Directora del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Concepción.
Patrick Puigmal, Director del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas, Universidad de Los Lagos, Osorno.
Beatriz Areyuna Ibarra, Jefa de la Carrera de Pedagogía en Historia de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Pedro Rosas Aravena, Director de la Escuela de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad ARCIS.
Mario Garcés Duran, académico de la Universidad de Santiago de Chile, Director de ECO, Educación y Comunicaciones.
Nelson Castro Flores, Jefe Carrera Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, Escuela de Educación, Universidad Viña del Mar.
Juan Ñanculef Huaiquinao, Jefe Unidad de Cultura y Educación CONADI Dirección Nacional –Temuco.
Carlos Gutiérrez P., Director del Centro de Estudios Estratégicos (CEE-Chile).
Verónica Valdivia, académica de la Universidad Diego Portales.
Carlos Contreras Painemal, académico de la Freie Universität, Berlin, Alemania.
Fernando Pairicán, Magíster © Universidad Santiago de Chile.
José del Pozo, académico de la Université de Québec à Montréal (UQAM), Montreal, Canadá.
José Alejandro Marimán Quemenado, historiador y Dr. en Ciencias Políticas.
Marcela Cubillos Poblete, académica de la Universidad de La Serena.
Cristina Moyano, académica de la Universidad de Santiago de Chile.
Rolando Álvarez Vallejo, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Sergio Caniuqueo Huircapan, Magister © Estudios Latinoamericanos, Universidad de Chile, Comunidad de Historia Mapuche.
Jaime Massardo, académico de la Universidad de Valparaíso.
Alberto Díaz Araya, académico de la Universidad de Tarapacá, Arica.
Margaret Power, académica del Illinois Institute of Technology, Chicago, Estados Unidos.
Pablo Aravena Núñez, académico de las universidades de Valparaíso y Viña del Mar.
Ángela Vergara Marshall, académica California State University. Los Angeles, Estados Unidos.
Consuelo Figueroa Garavagno, académica de la Universidad Diego Portales.
Manuel Loyola, Director de Ariadna Ediciones.
Carlos Molina Bustos, académico de la Universidad Viña del Mar.
Rodrigo Ruz Sagal, académico de la Universidad de Tarapacá, Arica.
Jorge Magasich, academico del Institut des Hautes Études des Communications Sociales (IHECS) de Bruselas, Bélgica.
Bernardo Subercaseaux, académico de la Universidad de Chile.
Carlos Ruiz Rodríguez, académico del Instituto Profesional Chile, Carrera de Educación General Básica, Campus San Joaquín.
Margarita Iglesias Saldaña, Directora de Relaciones Internacionales de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
Milton Godoy Orellana, académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Ivette Lozoya López, académica de la Universidad de Santiago de Chile.
Claudia F. Rojas Mira, Dra © en Estudios Americanos especialidad Historia, IDEA, Universidad de Santiago de Chile.
Claudio Pérez, académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Juan Rodrigo Ortiz Retamal, historiador Evangélico.
Francis Goicovich, académico de la Universidad de Chile.
Luis Castro Castro, académico de la Universidad de Valparaíso.
Horacio Gutiérrez, académico de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.
María Eugenia Albornoz Vásquez, Dra. © de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de Paris.
Enrique Fernández Darraz, académico de la Universidad de Tarapacá, Santiago.
Robinson Silva Paredes, académico de la Universidad Austral de Chile.
Fernando Venegas Espinoza, académico de la Universidad de Concepción.
Carlos Mondaca Rojas, académico de la Universidad de Tarapacá, Arica.
César Cerda Albarracín, académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana.
Daniel Palma Alvarado, académico de la Universidad Alberto Hurtado.
Pedro Bravo Elizondo, académico de Wichita State University, Wichita, Kansas, Estados Unidos.
Maro Valdés Vera, académico de la Universidad de Concepción.
Ricardo López, académico de la Universidad Alberto Hurtado.
Francisca Giner Mellado, académica de la Universidad de las Américas.
Jorge Iturriaga, Dr. en Historia Pontificia Universidad Católica.
Alfredo Lastra Norambuena, Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Polonia.
Luis Corvalán Márquez, académico de la Universidad de Valparaíso.
Luis Cruz Salas, investigador independiente.
Viviana Gallardo Porras, académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Mathias Ordenes Delgado, académico de la Universidad Católica de Temuco.
Carlos Gabriel Alfaro Hidalgo, académico de la Universidad Católica del Norte.
Jorge Rivas Medina, académico de las Universidades ARCIS y UCINF.
Michael Reynolds, académico de la Universidad de Chile.
María Soledad Jiménez Morales, académica de la Universidad Alberto Hurtado.
Ricardo Vargas Morales, académico de la  Universidad ARCIS Sede Concepción.
Viviana Bravo Vargas, académica de la Universidad Autónoma de México, México.
Gina Inostroza Retamal, académica de la Universidad ARCIS,  Sede Concepción, integrante Corporación Instituto Mujeres del Sur (ONG).
José Luis Cifuentes Toledo, Taller de Ciencias Sociales Luis Vitale Cometa, Concepción.
Danny Marcelo Ahumada Vargas, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Pablo Artaza, académico de la Universidad de Chile.
Carolina Andaur Marín, académica de la Universidad Viña del Mar.
Patricio Herrera González, Doctorando en Historia de El Colegio de Michoacán, México.
Martín Correa Cabrera, investigador independiente.
José Luis Tasso Valdés, académico de la Universidad UCINF.
Manuel Andrade Valenzuela, Comisión Ética Contra la Tortura.
Eduardo Godoy Sepúlveda, Programa de Magíster en Historia de la Universidad de Santiago de Chile.
Rodrigo Henríquez Vásquez, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Paulina Peralta, Editora de textos escolares de Historia y Ciencias Sociales.
Bárbara Chiu Stange, profesora de Historia.
Juan Guillermo Muñoz Correa, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Víctor Muñoz Cortés, Santiago, investigador independiente.
Germán Adolfo Morong Reyes, Doctor © en Estudios Americanos IDEA-Universidad de Santiago de Chile, Becario CONICYT.
Hernán Delgado, académico de la Universidad de Los Lagos, Osorno.
Lucía Valencia Castañeda, académica Universidad de Santiago de Chile.
Isabel Jara, académica de la Universidad de Chile.
Xochitl Inostroza, Dra. © en Historia, Universidad de Chile.
Alberto Harambour Ross, académico de la  Universidad Diego Portales.
Isabel Möller, académica de la Universidad de Santiago de Chile.
Daniel Madariaga Arias, profesor de Historia.
Gustavo Martin Montenegro, profesor Holy Spirit College de Wollongong, NSW, Sidney, Australia.
Luis Azúa, Licenciado en Historia, París, Francia.
Dina V. Picotti, académica de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina.
Mario Matus González, académico de la Universidad de Chile.
Armando Chaguaceda, académico de la Universidad Veracruzana (México) y Coordinador de Grupo de Trabajo de CLACSO.














Sunday, January 13, 2013

Cuando la guerra es "cosa de niños"


Dicen por ahí que “hay temas que no son para niños”. Lo que quiere decir que hay que mantenerles al margen de cualquier situación perturbadora; se supone que así garantizamos las condiciones para su apropiada formación. Pero cuando la violencia se les instala en su casa, ¿cómo vamos a pedirles que metan la cabeza bajo tierra? ¿Cómo lograremos que no escuchen las amenazas y los gritos? ¿Con qué les cubriremos los ojos para que no vean la sangre correr? ¿Cómo impediremos que olfateen el humo que les quema su comunidad o fulmina a su familia?   


En la franja de Gaza muchas niñas, niños y adolescentes conviven con paisajes de película de terror. Así se levantan y se acuestan. Algunos mueren en los túneles que han sido construidos para hacer posible el contrabando entre Palestina e Israel. Dos pueblos que, al margen del conflicto, se necesitan. Y mientras todo esto sucede, sin que haya ninguna entidad que clasifique las imágenes que ellos ven cuando van por la calle, también se les amordaza y se les utiliza como armas de guerra.

Tengo noticia (link adjunto que les invito a leer), de que hace poco la Alianza de Oriente Medio para la Infancia estuvo trabajando en un proyecto de arte con niños y  niñas de Palestina. El objetivo era montar una exposición en el Museo de Arte para Niños en Oakland (MOCHA). Pero a medio camino la exposición fue cancelada y los sugerentes dibujitos infantiles no podrán ser puestos a la vista del público.

Supongo que los pro israelíes les acusarán de manipular a los niños para montar una exposición como parte de una guerra cultural. Los palestinos, como es natural y lógico, entiendo que defienden una causa legítima y denuncian una censura impensable a estas alturas de siglo. Y yo miro estos dos bandos de un mismo dolor. Se dibuje el terror o no se dibuje, se exponga en un lindo museo o no se exponga: miles y miles de niñas y niños de todo el mundo están sufriendo un terror de clasificación insospechada. ¿Es o no es la guerra “un tema para niños”?

Vea los dibujos y “Sea usted el jurado”: http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=34626

Saturday, January 12, 2013

Triste aniversario


Me pasé todo el mes de diciembre planificando un viaje que nunca hice. Otra vez se quedó Haití esperándome. Otra vez se quedó sin cumplir ese deseo que ir a este hermano país. Otra vez quedó solo en mi deseo conocer el país de la amable lavandera haitiana que trabajó en casa cuando yo era muy pequeña. Y fue ella quien me regaló la muñeca más hermosa que jamás recibí en mi vida. O la muñera era enorme o la niña era muy pequeña.

Hoy recordamos el terremoto que hace tres años alargó el camino de la pobreza y acercó a ambos países. Creo que la manifestación de solidaridad no debe parar. Todavía hay mucha necesidad en Haití. Si yo tengo dos pares de zapatos, seguro que hay una haitiana que no tiene ninguno. ¿Todavía es posible canalizar ayuda que realmente llegue a las manos que las necesitan?

Según publicación de Diario Libre, asciende a 500.000 la cantidad de personas necesitadas de alimentación inmediata. Lo que quiere decir que mientras yo puedo llevarme un pan a la boca en este momento en el que tomo el desayuno, hay 500,000 personas que no pueden. De ese total, hay 81, 600 niños. No solo somos los vecinos más cercanos y, por lo tanto, los llamados a compartir lo que tenemos. También pasa muchas haitianas nos arrullan los hijos y lavan la ropa mientras trabajamos. Escribo esto pensando en Berthe (Belkis), quien me cuidó a Gael de bebé y a quien él aprendió a llamar “mamá”.

Thursday, January 10, 2013

El caótico rumbo de la paciencia

El caos en el proceso electrónico de reinscripción de la UASD y las declaraciones de su Rector Mateo Aquino Febrillet publicadas en un artículo del periódico Hoy (ver enlace), traen a mi memoria dos frases célebres. Una está en la Biblia y es pregunta: “¿quién empieza a construir una casa sin antes calcular el costo?”. La otra frase célebre es un dicho popular que aprendí desde niña: en el camino se emparejan las cargas. La cosa es que ninguna institución seria (sea pública o privada, sea educativa o de otra naturaleza) debe darse el lujo de ofrecer un servicio que no tiene la capacidad de brindar. Y aunque parezca que este caos es una oportunidad fabulosa para evidenciar que la UASD necesita fondos, cosa cierta sin duda, entendamos la dimensión personal de esta “piedra de tropiezo”: con cada retraso o impedimento de una sola reinscripción se está jugando con la vida de una persona que hace un gran esfuerzo para estudiar. La educación es sagrada.


En lo personal, este es mi año para cultivar la paciencia. Y creo firmemente que debo tener paciencia para esperar en lo que voy construyendo. Pero creo que nada sería más caótico para este pueblo que seguir teniendo paciencia con asuntos de esta naturaleza. Si la institución no reúne las condiciones para asumir este proceso por una vía tecnológica: volvamos a las filas. Pero tengamos oportunidades a mano. La ineficiencia en el servicio no debe ser una marca de identidad de nuestras instituciones. En este caso no es aceptable emparejar las cargas por el camino. El rol de quienes dirigen el país y representan nuestras instituciones no es el de pedir paciencia. Es el de garantizar que cada ser humano reciba un servicio a la altura de su dignidad.


http://hoy.com.do/el-pais/2013/1/9/461882/Rector-atribuye-problemas-a-congestion